Cómo nos gusta engañarnos con el baloncesto

Muchos de nosotros amamos el baloncesto, digamos que, por el motivo que sea, la pasión por este deporte nos hace seguirlo de manera casi enfermiza y, probablemente por ello, en múltiples ocasiones nos engañemos a nosotros mismos.

Ha sido inevitable que muchos nos hayamos alegrado por la excelente audiencia (de récord) que tuvo el partido contra Argentina del pasado domingo, así como por ver esa abarrotada plaza de Colón con miles de pacientes aficionados que aguantaron estoicamente la llegada de sus héroes con mucho más retraso del previsto, pero la realidad dista mucho de este estado idílico que encontramos a partir de hoy.

Seamos sinceros, España tira mucho cuando juega una final de lo que sea, solo habría que repasar algunas de las gestas de nuestro deporte para recordar como la audiencia sube de forma exponencial (ya no hablemos en los Juegos Olímpicos) y si a ello se une una hora más que decente y sin nada que le haga excesiva sombra, la combinación es perfecta.

A partir de aquí, todo son parabienes con “el baloncesto sí interesa” y otras frases que nos hacen creer en una realidad paralela y que dista mucho de lo que en realidad tenemos, para ello solo tenemos que echar vistazo a los múltiples ejemplos que tenemos en nuestra realidad diaria.

¿Quieren ustedes ver ACB? Abónese a MoviStar, ¿Quiere ver la Euroliga? Abónese a DAZN, ¿Quiere tener toda la posibilidad de ver la NBA? Abónese al League Pass, ¿Quiere ver Liga Femenina con eso de que somos campeonas de Europa? Espere a ver si Teledeporte se digna echarnos un partido, ¿Quiere ver Euroliga femenina? No puede, ¿Quiere ver competiciones como LEB Oro? Dé gracias si puede ver un partido a través de twitter o en una penosísima plataforma llamada Canal FEB con una calidad de imagen y sonido auténticamente ínfima.

Para llegar a la gente, para enganchar nuevos aficionados, no vale con un torneo de 15 días, hace falta una estructura que se mantenga en el tiempo y que no produzca, por ejemplo, que cuando saliera el tema de las Ventanas, Mediaset no tardara en lanzar un comunicado en que renunciaba a sus derechos del Mundial, afortunadamente echado hacia atrás, tampoco que haya jornadas que no seamos capaces de distinguir una amalgama de competiciones que se jueguen un mismo día donde confluyen FIBA Champions, Euroliga y Eurocup o que, sencillamente, no exista una información diaria del deporte de la canasta y sea más importante el peinado de un jugador (algo de lo que la audiencia tiene mucha culpa).

Se ha hecho viral un tuit de dos niñas que dicen a su profesora que quieren apuntarse a baloncesto, ojalá que sea así con muchos otros ejemplos, el problema será mantener la ilusión en el tiempo, eso es lo que realmente da miedo, no saber aprovechar un tirón y seguir empeñado en guerras absurdas, algo que, desgraciadamente me temo, no se ve ni un viso de solución.

Foto portada: Samuel Sánchez

1 Comentario en “Cómo nos gusta engañarnos con el baloncesto

  1. Totalmente de acuerdo, si al baloncesto se le da el mismo tratamiento que al fútbol (en todos los sentidos, no sólo en el aspecto televisivo), otro gallo cantaría.

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