El Madrid rompe con su racha negativa ganando donde nadie lo había hecho

Gran encuentro el jugado por los hombres de Pablo Laso y que le ha supuesto ganar donde no lo había hecho nadie en toda la Euroliga con un marcador de 77-81.
Tres derrotas consecutivas en la competición continental llevaban los de Laso hasta que hoy, en la Mano de Elías, han certificado un triunfo con valor doble, por un lado la ventaja en caso de basket average (en Madrid ganaron los blancos por un punto) y por otro, seguir con ventaja para mantener uno de los cuatro primeros puestos de la clasificación y que, de haber perdido, le hubiera puesto en una situación más que preocupante viendo la igualdad existente.
Un hombre destaca sobre todos los componentes del Madrid, Edy Tavares jugó tal partido que hizo sentir el miedo a los jugadores y hasta los espectadores en la cancha, una capacidad intimidatoria que fue más allá de los 5 tapones que dice Euroliga que puso, era ver a los jugadores rivales sin capacidad para encarar, sin idea de donde poner el balón y, finalmente, ser el hombre clave con sus rebotes y sus continuaciones como una de las claves del triunfo final.
En los aspectos positivos hay que destacar la vuelta de Randolph que, a pesar de tener bajón físico, no le impidió tener buenos números o la efectividad de Causeur con sus entradas por la izquierda que volvieron a ser claves cuando Maccabi más apretaba. En los aspectos negativos, la vuelta de Llull deja a Laprovittola sin minutos mientras que Carroll estuvo prácticamente inédito en un día que el Madrid volvió a tener un penoso porcentaje en el triple (5/20).
La paciencia, tantas veces buscada por Laso, volvió a aparecer cuando Maccabi se aferró al partido y que, con alguna decisión arbitral extraña, estuvo a punto de dar una vida extra al conjunto israelí, pero el Madrid jugó con aplomo, no se dejó llevar por la locura, buscó a sus mejores tiradores de libre y certificó un triunfo que le da mucho respeto en la competición.
