Gipuzkoa se pasea ante Estudiantes lejos de su feudo

Movistar Estudiantes ha caído de forma apabullante ante Gipuzkoa Basket en su estreno ante sus aficionados en liga doméstica. Los de Salva Maldonado no tuvieron opciones en un partido que el rival dominó de principio a fin y se llevó por 75-92.

El Movistar Estudiantes -tras caer la pasada semana en Vitoria- recibía a un Gipuzkoa Basket cargado de buenas sensaciones. Lo que podría haber sido un bonito estreno de los de Salva Maldonado ante su afición en ACB culminó con un resultado indeseado tras cuarenta minutos de juego, cuanto menos, dantescos.

Los de Porfi Fisac, que ya se han abonado en estas primeras semanas a las victorias contundentes, controlaron el tempo del partido desde el minuto 1. La presencia de Henk Norel en cancha sobrepasaba a un Estudiantes incapaz, entre otras cosas, de cerrar bien el rebote. Si bien es cierto que con Alec Brown en cancha el center gipuzkoano no generó con tanta facilidad, los visitantes demostraron ser capaces de tirar de alternativas y recursos para no perderle la cara al partido. Ya al final del primer cuarto, el resultado que reflejaba el luminoso demostraba la incapacidad de Estudiantes para frenar a su rival, demostrándose falto de ideas tanto en defensa como en ataque (11-23).

Con Norel descansando, el panorama no mejoró para el cuadro estudiantil. A la tercera falta de Brown se le sumaba un evidente problema de actitud de unos jugadores, aparentemente, sobrepasados por el dominio de su rival. Miquel Salvó protagonizó unos grandes minutos a nivel individual -mate de la jornada inclusive- para seguir estirando la ventaja en el luminoso, llegando el conjunto vasco a doblar en el marcador a los de Salva Maldonado. Solo la salida de Nik Caner-Medley supuso, por momentos, el vislumbramiento de pinceladas de carácter del cuadro estudiantil, pero el juego coral no existía en absoluto. Solo las individualidades salvaban al equipo de un desastre aún mayor. Al descanso, el panorama se antojaba desolador (27-48).

El paso por el vestuario parecía haber cambiado la cara del conjunto estudiantil. Los de Salva Maldonado buscaron hacer lo que más les gusta -¡correr!- para intentar recortar distancias en un luminoso que, por el momento, parecía insalvable. Tras un parcial 12-2 a favor de los locales, y con la afición mucho más volcada, llovía menos en el WiZink Center. Omar Cook supo ponerse a los mandos del barco, tirando de experiencia, para, al menos, recuperar la ilusión. Sin embargo, un tiempo muerto -¡¡a tiempo!!- de Porfi Fisac fue suficiente para despertar a los suyos y, en poco más de dos minutos, los donostiarras habían devuelto el parcial a base de triples. Con el “status quo” restablecido, Norel volvía a hacerse dueño y señor del aro y, como no podía ser de otra manera, el luminoso, al final del tercer cuarto, favorecía (¡con creces!) a los gipuzkoanos (46-68).

Del último cuarto, poco diferente podríamos contar. Los de Porfi Fisac no tuvieron más que dejarse llevar por la inercia del partido para sumar una nueva victoria contundente, esta vez lejos de su feudo. El 75-92 final es el reflejo perfecto de un partido que los estudiantiles jamás fueron capaces de dominar y que Gipuzkoa Basket culminó con cuatro jugadores en dobles dígitos en anotación. Ahora, para Estudiantes, no queda otra, toca seguir remando…

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