Historia de la jornada 14 de la Euroliga. Madrid y Unicaja cotizan al alza

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La última semana con doble jornada del año nos deja al Madrid y al Unicaja encadenando tres victorias seguidas, al Barça y al Valencia sumidos en sendas crisis y a un Baskonia renacido peleando por meterse en el top-8. Por arriba, CSKA y Olympiacos siguen como colíderes.
No se pueden perder las buenas costumbres, eso debió pensar la plantilla del Madrid minutos antes de saltar al Brose Arena, y es que los chicos de Laso no sólo continuaron con su buena puesta en escena que tanto rendimiento les dio ante Barça y Valencia, sino que contra el Brose Bamberg, lo mejoraron. Un vendaval, eso parecía el Madrid, tanta diferencia existió entre unos y otros, que Brose no se enteró de que el partido había empezado hasta que ya era demasiado tarde y el Madrid ya había encarrilado su tercera victoria seguida (66-81). Thompkins «el renacido», volvió a ejercer de líder anotador y Tavares, fueron los destacados blancos, mientras en los alemanes, Hackett fue dentro de ese quiero y no puedo del Brose, el mejor en ataque.
La sorpresa de la semana la dio el Maccabi al ganar a Fenerbahçe (82-73), claro está, si es una sorpresa que los macabeos ganen en Israel a cualquier equipo de esta Euroliga. Los amarillos se han impuesto gracias a su mayor intensidad de juego, al acierto de su dúo dinámico, Jackson-Cole y al trabajo bajo los aros de Jonah Bolden. Sólo Vesely estuvo a la altura en Fenerbahçe. En el Alexandar Nikolic Hall de Belgrado, Estrella Roja y Panathinaikos jugaron uno de esos partidos duros y defensivos tan típicos de ver cuando Estrella Roja juega de local. Panathinaikos resistió el asedio serbio para llevarse un partido trabado (63-69) y de mucho mérito que les coloca terceros en la clasificación. Denmon y Gist por parte griega y Feldeine por la serbia, los mejores.
Lo de Valencia ya es incalificable. Vuelve a caer en casa, esta vez ante Zalgiris Kaunas (63-71). Los chicos de Vidorreta no levantan cabeza y una vez más se dejan una victoria ante un muy aseado Zalgiris, sin dudas, el equipo revelación de esta campaña. Los lituanos llevaron el peso del partido marcando el ritmo desde el inicio con un Valencia combativo, pero muy errático desde la línea de tres puntos. A Valencia se le nota la presión enorme de no lograr una victoria y con esa ansiedad jugaron los de Jasikevicius que con una solidez extraordinaria abortaban cada intento por parte de los valencianos de tomar el mando en el marcador. Valencia compitió bien en la primera parte donde la única opción en la posición base era Van Rossom, que encima se vio lastrado por las faltas desde el inicio. Valencia a medida que discurría la segunda parte se iba perdiendo en el partido, donde sólo Dubljevic y Green parecían tener claro donde quedaba el aro lituano, mientras, los verdes basaban su superioridad en el bloque, optando por un juego coral donde sobresalió Micic. Así, Valencia hilvana su décima derrota consecutiva y Zalgiris se convierte en el mejor equipo a domicilio de la competición.
Al Barça no se le dan los equipos ACB. Si el miércoles fue Unicaja, el viernes ha sido Baskonia. Los vitorianos fueron muy superiores durante treinta minutos con un Shengelia imperial. Baskonia se imponía cerrando su aro con una defensa muy dura y luego anotando fluido, hasta fácil por momentos en aro culé. Mientras, el Barça no le pillaba el aire al partido y sobrevivía gracias a destellos de sus estrellas, que lograban no encajar parciales más abultados por su tremenda capacidad individual. Así se llegó hasta el último cuarto donde Baskonia entraba con 17 puntos de ventaja y cuando en el Buesa Arena se las prometían felices, el Barça despertó. Pau Ribas tomó el mando y secundado por Navarro y Hanga lograron darle la vuelta al partido y a falta de poco menos de un minuto ponerse uno arriba. Baskonia había encajado un parcial de 4 a 29 y nadie había podido responder a un Barça que entonces sí, recordaba a otras etapas gloriosas. Pero cuando parecía que la inercia del equipo catalán le hacía ganador, se disparó en el pie. Jannings les robó la bola ganadora a Navarro y Baskonia, después de unos segundos locos lleno de lanzamientos precipitados y tiros libres, se llevó el partido (85-82). Baskonia mantiene el pulso por estar entre los ocho primeros y el Barça suma una nueva derrota, demasiado castigo para un equipo que en el inicio partía entre los favoritos a Final Four.

El Unicaja y Málaga entera están de fiesta. Tras unas jornadas muy duras y llenas de derrotas, algunas de ellas muy abultadas, logra encadenar tres victorias seguidas, éste último triunfo en el Carpena (74-71) y eso que a punto estuvo de tirar por la borda todo ese trabajo por culpa de un segundo cuarto horrendo donde un 9-22 al cerrarlo, dejaba en muy buena situación a AX Milán, rival de la noche. Unicaja se tuvo que poner el mono de trabajo y tirar de casta para lograr darle la vuelta a un partido que se descontroló más por errores cajistas que por acierto milanés, así con un Jeff Brooks brutal en ambos aros y con la fiabilidad de Nedovic lograron irse imponiendo para cerrar el partido gracias al acierto en los momentos finales de Alberto Díaz. En el combativo equipo italiano el mejor en ataque fue un Goudelock.
En Rusia se vivió el primer duelo moscovita de la temporada entre el CSKA y Khimki. Los de Itoudis se impusieron a un peleón Khimki, que vendió cara su derrota pese a la aparente diferencia que reflejaba el marcador al finalizar el partido (79-68). Higgins y Kurbanov fueron los mejores por parte de CSKA y Honeycutt y la ametralladora Shved en el Khimki. Olympiacos sumó otra de esas victorias muy suyas, con marcadores cortos y partidos trabados (58-61). Esta vez la víctima fue Anadolu Efes que pese a cambiar de entrenador, no logra afinar la maquinaria hasta el punto que le permita sumar alguna victoria. McLean y McCollum fueron los más valorados del partido.
