Las diez mejoras de Edy Tavares tras un año en el Real Madrid
Hoy hace un año que el caboverdiano Tavares fichó por el conjunto blanco y, desde entonces hasta ahora, hemos seguido sus pasos que le han convertido, de ser un fichaje para cubrir una baja inesperada a un absoluto referente en la pintura del Real Madrid.
En estos 365 días, a Edy Tavares le han pasado muchas cosas, las más importantes a efectos deportivos fue conquistar una Euroliga y una liga ACB que algunos solo pueden soñar con ello, pero, más allá de los éxitos colectivos, hemos visto diez apartados en los que ha mejorado:
1) El juego interior de espaldas. Todavía recuerdo a algún sesudo comentarista decir en los primeros partidos de Tavares que era un pívot sin querer jugar de pívot porque rehuía atacar de espaldas al aro, todo ello ha quedado ya en agua de borrajas y ahora sabe colocarse perfectamente frente al compañero para recibir el paso, por supuesto, fruto de entrenos como éste:
2) Ya no palmea, ahora coge el rebote. Cuando veíamos a Edy rebotear en sus comienzos en el Madrid, los rebotes no eran su coto más cerrado, es más, muchas veces lanzaba el balón fuera porque, más que cogerlo, los palmeaba, pues ahora es el líder de capturas en Euroliga con 7.83 de media y tercero en ACB con 7.43.
3) Mejora de su técnica individual. Era muy fácil ver cómo sus rivales atacaban el bote de Edy para robarle el balón, su falta de fundamentos era pausible en esos momentos y sabían donde podía hacer daño, eso también queda en el olvido cuando vemos cómo es capaz de botar acercándose al aro sin perder el control de la bola, algo que bien sabe uno de los ayudante del Madrid, Lolo Calín.
4) Controlar sus faltas. Venir de un baloncesto NBA a un europeo supone un gran cambio en muchas cosas, pero principalmente en el aspecto arbitral donde aquí las faltas son pitadas con más vehemencia que en USA, si antes veíamos a Edy irse rápidamente a las cinco faltas por partido, ahora sabe defender mucho mejor y lee los espacios perfectamente para poder colocar tapones sin usar el cuerpo o bajar excesivamente el brazo.
5) No rehuir el choque, si antes era más fácil «echar» a Tavares de la zona, ahora se ha convertido en algo bastante más complejo, en cuanto coge el balón, aunque le rodeen tres o cuatro jugadores contrarios, es capaz de levantarse entre todos ellos para machacar el balón por muchos golpes que reciba.
6) Lectura colectiva del juego. Lo decía muchas veces Tavares, «tengo que aprenderme los sistemas» pero en el Madrid es algo más que eso, es meterte dentro de la filosofía de juego de Laso y saber que tienes que correr para defender igual que para atacar, da igual que seas pívot o base, esa es otra de las cosas que ha aprendido Edy, aprovechar un bloqueo y una continuación para acabar matando el aro y ser el primero en salir corriendo a defender su zona.
7) No enfadarse con los árbitros. Sufrió mucho Tavares con los colegiados en su primera temporada, mostrando demasiado enfado por las faltas que le pitaban a alguien que, siendo tan grande, es muy difícil que no se le vea. Pues ha sido capaz de modular su rabia y eso ha repercutido, tanto en su juego, como en su saber estar en la cancha.
8) Ser un jugador de equipo. Como a cualquier jugador, le gusta tener buenos números en la hoja de estadística, sin embargo, Edy ha demostrado que lo suyo no tiene que ser meter puntos, ha sabido entender el rol que le asigna Laso desde la defensa y lo mejor de todo es que disfruta con ello, sobre todo con cada tapón que calza.
9) Empezar a atreverse a lanzar de más lejos. Las defensas están empezando a pensarse eso de flotar a Edy, cierto es que todavía le cuesta, pero ya se atreve a lanzamientos de cuatro metros y, lo mejor de todo, con eficacia que seguro irá en aumento.
10) Ser un ídolo para la afición. En un vestuario con tanta «vaca sagrada», ocupar un hueco en el corazoncito del seguidor madridista no es tan fácil, pero Edy se lo ha ganado no solo con su juego en la cancha sino por negar jamás una sonrisa o una foto a cualquier aficionado que se lo haya pedido, detalles que le hacen aún más grande.
