Luka, nunca te olvidaremos, nunca nos olvides

Ha llegado la hora de despedir a Luka Doncic. Ha llegado un momento que desde hace unos cuatro años teníamos claro que se produciría en junio de 2018. Cuando sigues los primeros pasos de un jugador de tu equipo que tan solo es todavía infantil, todo lo que va ocurriendo en su carrera también es especial para ti como aficionado, y nos alegramos de su éxito.

Igual que Rudy Fernández, en sus años en Joventut, hizo que me llamara la atención el baloncesto y Pablo Laso me enganchó definitivamente a este deporte, Doncic estableció a la cantera madridista de la canasta muy alta en mi orden de prioridades. Solo por verle a él buscaba, creo que como muchos aficionados, cualquier torneo infantil, cadete o júnior que disputara el Real Madrid y ofreciera alguna web. La sensación de que estás viendo a un jugador que ya sabes que saldrá muy arriba en el draft que le corresponda, mucho antes que eso ocurra. Pero no por una apuesta personal, sino porque todos lo veíamos, y los que presenciábamos esos partidos lo teníamos muy claro.

El 30 de abril de 2015 llegaba el día que esperábamos con ansia. El público del Palacio de los Deportes se ponía en pie porque Doncic se estaba quitando el chándal, al mismo tiempo que yo ponía a grabar el DVD en casa. Siempre pensé que sería bonito tener guardado ese momento y recordarlo tres años más tarde, cuando su etapa en el Madrid acabara.

Si todo va como debe, Luka Doncic ya no va a volver a jugar en el Madrid o, al menos, en la próxima década y media. En todos estos años pensé que este momento sería más difícil de lo que realmente está siendo. Es cierto que parte de la ilusión que hace ver un partido del Real Madrid cuando está Luka en el campo se nos esfuma, pero creo que el madridismo lo asume con mucha naturalidad y sin preocupación ni, por supuesto, rencor alguno.



Al comienzo de esta temporada ya sabíamos que Doncic se marcharía al final de la misma, estaba obligado a hacerlo siendo el jugador que es y que puede llegar a ser. Pero solo le pedíamos una cosa, sobre todo con la baja de Llull: hacer una temporada histórica a nivel individual y colectivo. Por todas las esperanzas de los madridistas en el esloveno, era importante que antes de partir hacia la NBA entrará en la historia del club, para cuando estuviera en su primer partido de All Star o luchando por un anillo, pudiéramos decir que nosotros lo disfrutamos al máximo.

Mejor jugador de la Euroliga y de la Liga Endesa, ganando ambas competiciones. Eso era. Lo pedíamos y nos lo ha entregado. Además se ha metido en el corazón del madridista por hacer siempre declaraciones favorables al club y a su afición, por no decir nada sobre su futuro que pudiera molestar y por demostrar ser un aficionado del Real Madrid que solo quiere lo mejor para el equipo.

Hoy he vuelto a ver ese minuto y 28 segundos que jugó hace tres años contra Unicaja. La salida al campo, el pase del Chacho, el triple anotado y la sonrisa de jugón. El mismo chaval que aquel día debutaba en ACB se va ahora a la NBA y eso es lo que le hace aún más grande de lo que es.

Luka se ha ganado que todos los aficionados le despidamos en pie, le agradezcamos todo lo que ha hecho para el Real Madrid en estas seis temporadas y le apoyemos haya donde vaya en el futuro. A partir de hoy, seremos de los Dallas Mavericks desde chiquititos y veremos todos los partidos que podamos, porque Luka Doncic se ha ganado ser uno de los nuestros para siempre.

Gracias y suerte Luka. Nunca te olvidaremos. Nunca nos olvides.

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