Otra manera de ver la Copa (IV)

Hoy me vais a permitir que vaya al grano. El Real Madrid ha quedado eliminado en las semifinales de la Copa por un Unicaja que siempre ha creído en sus posibilidades, tanto que ha pasado por encima de los blancos con todo merecimiento.
Y ahora me toca hablar del Real Madrid. Hacía mucho tiempo que no veía al equipo tan desangelado, tan desorientado, tan perdido, sin alma… Irreconocible. No es normal que en los dos partidos disputados falle 22 tiros libres y en lanzamientos triples anote tan solo 8 de los 48 lanzamientos intentados. Inconcebible. Como también es inexplicable las pérdidas incurridas.
¿Falta de concentración? ¿Exceso de responsabilidad? ¿Inexperiencia en jugadores claves? ¿Desesperación? ¿Ansiedad?… Cierto es que la lesión el jueves de Llull pudo dejar tocado al equipo y que la ausencia de Rudy ha dejado al equipo huérfano de veteranos que sepan sacarle de los apuros mostrados. Cierto también que tanto fallo te acaba frustrando…
Pero, en cualquier caso, nunca puedes bajar los brazos ni dejar de poner el alma que siempre ha caracterizado a este equipo. Y este alma, hoy, se ha echado en falta.
A falta de recursos individuales, que hoy no han existido, se necesitaban recursos tácticos, que tampoco se han encontrado. Perdidos en ataque y sin saber leer en ningún momento el ataque de Unicaja.
En fin, ahora toca meditar, analizar, realizar examen de conciencia tanto individual como colectivamente. Lo bueno, que queda mucha temporada aún y hay tiempo de reaccionar y aprender de los errores. Y la pena, la oportunidad perdida, tal y como estaba discurriendo la Copa.
Una Copa a la que, desgraciadamente, el equipo no se ha presentado. Bien hacía Musa, al final del encuentro, pidiendo perdón a lo mejor del Real Madrid en Badalona, su afición.
