Perdónales Luka, no saben lo que dicen

España se quedó sin la ansiada final para despedir por todo lo alto a Juan Carlos Navarro. Eslovenia pasó por encima del combinado nacional en una de las peores derrotas desde que juega Pau Gasol (-20).
Y todo ello empujado por la ilusión de un país de ganar su primera medalla, un conjunto en estado de gracia y Luka Doncic. A sus 18 años, destrozó a la gran favorita y rozó (una vez más) la historia con su segundo casi triple doble del torneo (12+11+8), cuarto de la temporada. Pero de desagradecidos está lleno el mundo.
Sorprendentemente, y a la vez nada inesperado, hay gente que critica a Doncic. No entienden que haya jugado como lo ha hecho contra el país “que le ha dado todo”, que celebrase así sus canastas ante el país del equipo en el que se formó. ¡Y en este grupo se incluyen madridistas! ¿Nos hemos vuelto locos? Luka Doncic está defendiendo a su país, donde nació y se crio hasta los 13 años. Y como tal, hizo su trabajo lo mejor que pudo, para desgracia de las aspiraciones españolas. ¿Qué esperaban? ¿Que se dejase ganar? A ver si se creen que Messi, formado en la cantera del Barcelona, llegado el momento de enfrentarse Argentina y España (que además está nacionalizado) decidiese que hoy no va a jugar bien, que va a ir en contra de su selección y no ganar un torneo con la albiceleste. Seamos serios.
Y es que hay mucho resentido, incluso envidioso. Será una mezcla de antimadridismo con rabia porque Doncic no escogió seguir el camino de su compañero de cantera Nikola Mirotic y jugar con España. Porque si este partido lo hubiese hecho con la camiseta roja, los que le critican hoy por jugar bien en el Eurobasket estaría aplaudiendo con las orejas llenos de orgullo patrio. Pero no, eligió a Eslovenia, como todo el mundo esperaba, frente a la nada probable nacionalización que proponía la federación. Doncic quiso jugar con su país, al igual que nuestros 12 jugadores, fíjate que cosas. Que aquí somos muy de culpabilizar a otros para no reconocer nuestros propios errores: nos superó un chaval de 18 años que está debutando. Por supuesto, escoltado por un inmenso Randolph (mira, este si decidió jugar por otro país), un imparable Dragic y el trabajo sucio y nada vistoso de Prepelic, Nikolic y Vidmar, sin el cual no se habrían plantado en la final.
“Desaradecido” ha sido la palabra más repetida. Es cierto que, aunque nació en Ljubljana, como jugador ‘nació’ en Madrid, con esa Minicopa Endesa en la que fue MVP en su primer año. Cuando rechazó la oferta para jugar con España, dijo que estaba “muy agradecido al Real Madrid, Madrid ciudad y España”. Doncic no es todo, sabe que gran parte de lo que es hoy en día y podrá ser se lo debe al club blanco y a Pablo Laso por cómo han gestionado su salto desde la cantera a profesional con 16 años. Y el ‘Niño Maravilla’ lo demuestra cada vez que le preguntan
No es una cuestión de números, que también. Solo dos veces se ha sumado un triple-doble en un Eurobasket, una en este mismo, y el esloveno lo ha rozado en dos ocasiones. Pero lo realmente sorprendente es cómo entiende el juego, cómo leyó el partido para desquiciar a toda la línea exterior española y mover a su equipo para convertir a Eslovenia en una apisonadora. Porque se nos está olvidando que no hablamos de un chico normal. No es un Sergio Llull (con todo lo que yo le quiero) ni un Navarro. Que estamos hablando de gente como Sabonis y Petrovic. ARVYDAS Y DRAZEN. En mayúsculas. Está sumando los mejores números de alguien en su edad nunca. Un jugador que está llamado a codearse en la historia con estas dos leyendas, Kukoc, Pau, Nowitzki… No debemos precipitarnos, aún tiene toda, pero toda, una carrera por delante y tiene que demostrar mucho. Pero de momento está acabando con cada registro y cada récord que hay en Europa. ¿No deberíamos dejarnos de críticas absurdas y disfrutar del nacimiento de un mito?
