Pitos con final feliz (91-70)

Foto: @UnicajaCB

Con la misma rotundidad que Casimiro confesó el pasado miércoles que habían tocado fondo, debía imponerse Unicaja a Burgos para apaciguar el ambiente reinante en el Martín Carpena. La mella moral, que produjo la derrota casi por 40 puntos en Valencia, fue tan profunda que los verdes necesitaban algo más que una victoria para cambiar la situación. Finalmente, esta se quedó en Málaga con un partido reñido hasta el final del tercer cuarto, cuando Unicaja voló con los triples de Alberto Díaz y Sasu Sallin. El marcador acabaría con un +21 final (91-70).

La presentación del equipo se produjo entre pitos, que bien se intensificaron cuando nombraron a Luis Casimiro por megafonía. Estos pitos serían la música de fondo en del Carpena los primeros minutos de partido tras una sucesión de pérdidas inexplicables de Unicaja. 

El desatino de Burgos fue cómplice de un Unicaja cuya distancia máxima en el cuarto con los visitantes fue de 7 puntos. La reactivación de los locales se produjo con la salida a pista de Alberto y Jaime, la inyección fue tal que Unicaja revertiría el marcador y con un seguro Kyle Wiltjer que terminó el cuarto con 10 puntos y Unicaja empató el partido a 17 puntos.

Los siguientes diez minutos empezarían con los primeros puntos de Shermadini y con un intercambio de triples entre ambos equipos. Alberto Díaz se consagró como el rescatador de Unicaja en Málaga como ya lo hiciera en ocasiones recientes y consiguió arrancar los primeros aplausos al unísono cuando Casimiro decidió sentarlo. El malagueño se fue al descanso siendo el máximo anotador por el momento con un 100% en tiros de dos,  un 75% en triples y 11 puntos. La igualdad en el marcador caracterizó el cuarto, aunque la balanza en esta ocasión se inclinó hacia los locales (40-38).

La tónica que marcaría el tercer cuarto no diferiría de la mostrada hasta el momento. Unicaja no conseguiría despegarse, aunque ese fuese su objetivo. Jaime no acabó de reencontrarse tras la lesión, y desde la grada pudo percibirse su descontento con el desenlace de tiros fallidos. Unicaja luchó el rebote y un festival de triples de Alberto Díaz y Sallin puso el +12 en el marcador (66-54) a escasos dos minutos para el final del tercer tiempo. 

El colchón de Unicaja sobre Burgos no haría más que ampliarse, hasta llegarse a poner 18 puntos arriba (78-60) al ecuador del último cuarto. Buen artífice de ello fue el papel finladés Sasu Sallin al principio del período, imparable desde la línea de tres y experto en fijar los tiros clares.

Aunque Burgos no bajó los brazos hasta el final, sí que mostraba aires de vencimiento al observar como la distancia que le separaba de Unicaja era cada vez mayor. Por el bando local, todos los jugadores que participaron en el encuentro aportaron en forma de puntos, a excepción de Adam Waczynski y el canterano Stilma, que salió al parqué cuando restaba un minuto para el final.

Finalmente, fueron 21 lo puntos que intentaron silenciar los pitos de la afición. La próxima cita de Unicaja, el próximo miércoles 1 de mayo en el Wizink Center contra un Estudiantes que se juega la permanencia. 

 

 

 

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