Se te veía venir, Luka
Que Luka Doncic es una realidad hoy en día lo sabemos todos. A sus 18 años es un jugador con mucho peso en el Real Madrid, más si cabe tras la lesión de Llull, además de haber sido campeón del Eurobasket con su selección, siendo elegido en el quinteto ideal del torneo.
Mucha de la culpa del éxito de Luka Doncic le corresponde a Pablo Laso, pero también, ha tenido un papel fundamental en el desarrollo del jugador Paco Redondo, ayudante del propio Laso y extécnico del junior madridista que asombró al mundo, donde Luka era titular…siendo cadete.
En el primer año de Doncic de categoría cadete, el equipo junior se plantó en la Final Four de Madrid, que se disputaba en Torrelodones. El esloveno no era tan conocido como ahora, pero ya era conocido por todo lo que prometía. Salió de titular y, en la primera jugada, culminó un alley-oop a tablero que le había puesto un compañero suyo. Espectacular, pero eso no fue todo. En el campeonato de España del año siguiente (los junior de oro), siendo un jugador de dos años menos, fue el MVP de la final al firmar 61 puntos de valoración.
Y desde ese punto, el resto es historia. Es evidente que es un prodigio, que tiene un talento innato, pero un talento que si no se trabaja, no sale a relucir. Sus compañeros y excompañeros hablan maravillas de él en cuanto al método de trabajo que tiene y, sin ir más lejos, el año que fue miembro de la primera plantilla de pleno derecho, el filial del Madrid se jugaba el ascenso de EBA a LEB Plata…y Luka quiso jugar, aunque no le dejaron.
Con todo lo que es ya, con una edad en la que le queda mucha progresión aún, su reto más a corto plazo es el de ganar una Euroliga, si la NBA se lo permite, ya que suena como posible número uno del próximo draft. En definitiva, es un jugador que puede hacer historia en el baloncesto, como ya hicieron otros europeos como Pau Gasol, Tony Parker o Drazen Petrovic, entre otros.
