Andrés Jiménez (I Parte) : «Los que ganamos la plata en Los Angeles’84 teníamos nivel para jugar en la NBA»

Foto: Miguel Ángel Forniés

Foto: Miguel Ángel Forniés

Con motivo de su cumpleaños, uno de los históricos del baloncesto español, Andrés Jiménez, visita Planetacb para recordar aquellos años con la selección española en los que se convirtió en uno de los pilares básicos del combinado nacional entrenado por Antonio Díaz Miguel.

Andrés Jiménez (Carmona, provincia de Sevilla, 60 años), fue uno de los jugadores más importantes del baloncesto español durante la década de los ochenta y los noventa. Era un pívot de 2,05 metros que, gracias a su potencia de piernas, podía abrirse y jugar de alero, algo muy poco habitual por entonces en jugadores de sus características y que supuso una auténtica revolución desde el punto de vista táctico en el baloncesto español. Empezó a jugar al baloncesto en Badalona, primero en el Cotonificio y luego en el Joventut, para más tarde fichar por el Barcelona en 1986, equipo que retiró su camiseta con el número 4 y en el que permaneció hasta 1998, cuando definitivamente se retiró del baloncesto en activo. Además, fue integrante de la selección española que consiguió la plata en Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y el subcampeonato en el Eurobasket de Nantes un año antes. También fue elegido en el quinteto ideal del Eurobasket de Atenas 1987, en el que España quedó en cuarta posición. Fue un jugador único que marcó diferencias, un auténtico pionero y uno de los españoles con más internacionalidades. Andrés Jiménez es una leyenda del baloncesto español. Repasamos a continuación su etapa con la selección española.

Aquí comenzamos la primera parte de la entrevista:

¿A qué te dedicas actualmente?

Tengo una empresa de temas inmobiliarios.

 

Consigue las camisetas de tus ídolos a un precio extraordinario en yolosvijugar.com

¿Sigues el baloncesto en la actualidad?

Bueno, sobre todo al Barça y el baloncesto ACB, y un poquito la NBA.

Debutas con la selección española en 1982. ¿Te sentiste bien acogido por los más veteranos en tus inicios con la selección española?

Sí. Fernando Martín debutó un año antes y evidentemente yo tenía ganas de debutar y tuve la suerte de hacerlo al año siguiente, para el Mundial de Colombia. En la selección estuve fantástico, aparte de que ya estaba Fernando allí, éramos los dos jovencillos. No hubo ningún problema a pesar de la rivalidad entre el Barcelona y Real Madrid, al contrario. El más veterano era Brabender. Para mí estar con él era increíble. Me lo pasé de miedo. En las concentraciones muy bien, muy buena relación con todos. Nosotros habíamos venido de jugar finales muy duras, pero llegas a la selección y no tiene que nada que ver. De la misma manera que estábamos entrenando en la selección y nos repartíamos hostias a tutiplén. Había veces que la cosa se calentaba porque nos gustaba entrenar duro, pero siempre de manera noble. Sin embargo, terminaba el entrenamiento y te ibas a tomar unas cervezas y te lo pasabas cojonudo. Los del Madrid estaban acostumbrados a entrenar fuertes, y nosotros en el Barça igual. Recuerdo que nos pegábamos unas hostias bastante serias.

 

Foto: Miguel Ángel Forniés
Foto: Miguel Ángel Forniés

La plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles significó un antes y un después para el baloncesto español. Además, allí te encontraste con Michael Jordan.

Yo no estaba muy al corriente de quién era Michael Jordan, pero la verdad es que cuando lo vimos en la Universidad, la sensación que tuve en aquel momento es de que era un poco tirillas. El Jordan que juega en Los Ángeles, lo ves y tampoco era un portento físico en apariencia, pero claro, eso fue cuando le vimos allí en la Universidad. Cuando fuimos a ver uno de los partidos que jugaba la selección americana contra un combinado NBA, y vimos al personaje moverse allí y cómo los aficionados lo animaban y tal, joder, esto ya era otra cosa. Habíamos oído y leído cosas sobre Jordan, y cuando lo ves, primero dices, pues he visto tíos mucho más bestias, pero claro, cuando ya lo ves en la pista, joder, este tío es cosa seria, no solo por lo bueno que era, sino también por la capacidad que tenía de liderazgo con su equipo y con respecto a la gente. Cuando empezaba a entrar en juego la gente se volvía loca y ya no había nadie que lo parase.

¿Creíais que podíais conseguir medalla en Los Ángeles?

Veníamos con muy buenas sensaciones. Además, cuando llegué a la selección no me impresionaron potencias como Yugoslavia y Rusia. La primera vez que me enfrento contra estos dos países era como si jugase contra Francia, por ejemplo, a mí me daba igual. Y eso era una ventaja porque no vas con el chip de que has jugado diez veces con Yugoslavia y te ha ganado nueve. A los jóvenes que íbamos llegando, como Fernando Martín y yo, no nos había pasado eso. De hecho, cuando nos vamos enfrentando a ellos los vamos ganando. Ya habíamos ganado a Estados Unidos en Colombia. Veníamos también de haber ganado a la Unión Soviética en semifinales en Nantes. Sinceramente, no me acuerdo de los objetivos que nos había marcado Antonio, pero lo que sí recuerdo es que no estábamos cerrados a nada. Al final, estos campeonatos eran los cruces. No esperábamos lógicamente el cruce de quedar plata como mínimo, pero sí un cruce en el que por lo menos pudiéramos jugar por la medalla de bronce. Pero se fueron dando las circunstancias y llegó el partido contra Yugoslavia en semifinales, que fue el partido clave. En ese partido teníamos en el chip que les podíamos ganar, cosa que en otro momento era casi imposible, al igual que ganar a la Unión Soviética.  Pero eso no lo viví yo así en Los Ángeles. Yugoslavia era asequible, totalmente asequible. Y de hecho, así fue, ganamos a Yugoslavia y ya teníamos la medalla de plata asegurada, esa fue la clave.

Creo que es muy importante esto que comentas, Andrés, es decir, enfrentarte sin complejos a potencias como la Unión Soviética y Yugoslavia.

Eso es muy importante. Eso me pasó a mí, a Fernando y a los otros jugadores jóvenes que se fueron incorporando. Éramos jugadores sin complejos. Todo eso se une para girar la tortilla. Una España que tenía el tope donde lo tenía, que desde luego no era ir a competir contra Yugoslavia y la Unión Soviética, eso se va rompiendo un poquito en los torneos previos y se le da la vuelta a la tortilla. De todos modos, la Yugoslavia que llega a Los Ángeles no es la Yugoslavia potente de años atrás, sus figuras van teniendo sus añitos, como Dalipagic, y nosotros teníamos mucha sangre fresca y muchas ganas de darle la vuelta a la situación. Y en el segundo tiempo lo giramos. Lo cierto es que no teníamos miedo a estos dos equipazos, pero era normal. Primero había que tener una mentalidad ganadora, que la teníamos. Yo no tenía la sensación de que cuando jugaba contra Yugoslavia o la Unión Soviética nos habían hundido en la miseria. Eso era muy difícil de remontar mentalmente, pero como eso no había pasado cuando yo llegué, pues eso jugaba a favor nuestro. En mi época en la selección, el equipo ya no estaba con una mentalidad de que viniera Yugoslavia y te hiciera lo que sea y tú bajaras la cabeza, no. Estamos nosotros y para ganarnos lo vas a sudar. Ya era otro chip.

¿Qué pasó después de Los Ángeles?

En el siguiente campeonato, el Eurobasket de Alemania, metemos la pata. Teníamos la medalla de plata asegurada. Jugamos las semifinales contra Checoslovaquia y no jugamos bien. Aquello fue un error nuestro y nos pasó factura. Ahí teníamos una medalla segura, teníamos equipo de sobra para haber ganado a Checoslovaquia y haber conseguido medalla, pero jugamos mal ese partido. Luego, en el partido por el tercer y cuarto puesto contra Italia, también jugamos mal. No tuvimos la cabeza en su sitio.

Barcelona 92.

En Barcelona ya es otra historia. Pasan muchos años y la cosa cambia muchísimo. Yo me lesiono y estoy año y medio sin poder jugar. Antes de la segunda operación me dicen que posiblemente me podía quedar cojo de por vida. Yo vengo de esa situación. Bueno, sale bien la segunda operación y empiezo a volver a jugar al baloncesto, pero ni mucho menos pensaba en poder estar en la selección. Para mí, personalmente, poder estar en Barcelona es de lo más bonito que me había pasado, ya que venía de una situación muy difícil, pero es verdad que a nivel de equipo fue mal. Yo venía de haber vivido un calvario. Volver a estar con la selección delante de equipos punteros y poder luchar contra el Dream Team fue un chute de moral tremendo. Ojalá hubiese ido mejor. Aunque estoy contento de cómo jugué y puse todo lo que pude de mi parte dentro de las condiciones en las que me encontraba, la situación no fue bien.

Foto: Miguel Ángel Forniés
Foto: Miguel Ángel Forniés

Hiciste un partidazo contra el Dream Team (23 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias, 3 robos).

Sí, estoy contento. Me esforcé mucho por estar allí, pero bueno, es un deporte de equipo y cuando las cosas no funcionan, no funcionan. Solo mi mujer y yo sabemos lo que pasamos antes de Barcelona durante más de un año. Fue un calvario muy duro. No creía que volviera a jugar. Por eso, cuando me vi allí vestido con la selección y jugando, tenía una ilusión tremenda. Así que me puse el chip de que yo de esto no voy a tener un mal recuerdo porque fue un recuerdo inolvidable, dentro de lo mal que lo había pasado. Para mí eso fue un regalo, aunque me sabe mal que la cosa no fuera bien.

¿Cómo se produjo la lesión?

Fue una lesión de rodilla, concretamente del ligamento cruzado anterior. Me lo rompí cuando estaba Maljkovic como entrenador del Barcelona. Jugábamos en casa contra el Aris Salónica, llevaba 19 puntos en la primera parte, y en una entrada a canasta me fastidié la rodilla. En principio me fui a operar a Estados Unidos, a Boston, pero no fue bien la operación, y estuve desde diciembre del 90 hasta febrero o marzo del 92 sin jugar, un desastre. Esta lesión también me marcó porque ya había la suspicacia de si volvería a ser el mismo jugador, y eso también me costó a nivel del Barça. En estas situaciones cuesta mucho tirar adelante, pero vuelvo a jugar después de la lesión con 29 años y me retiro con 36. Todo aquello no fue fácil ya que muchos me habían puesto la x de que no podría volver a jugar como antes. Remontar todo aquello y que la gente se olvidara de que había sufrido esa lesión no fue nada fácil. Lógicamente, Antonio no me quería llevar a la selección. Me vino a decir que si quería ir a entrenar, ya me vería y tal. Claro, yo iba como loco. Estaba allí y hacía mates cada vez que podía para que viera que estaba bien. Al final, no solo me llevó, sino que además jugaba prácticamente todo el partido. Pero es cierto que al principio no me quería llevar, lógicamente, porque que llevaba año y medio sin haber jugado.

Volviendo a Barcelona 92, ¿cómo era jugar contra el Dream Team?

Yo estaba muy motivado. Para mí fue un regalo. Con Jordan ya habíamos coincidido, y creo que Magic Johnson ya había venido por España en alguna ocasión. Pero jugar con Karl Malone, Robinson o Scottie Pippen, que me defendía y le metí varios puntos, buff… Yo necesitaba eso como agua de mayo. Me lo pasé genial. Recuerdo que incluso conseguí hacerles un mate, algo que era casi un milagro. Solo puedo tener recuerdos positivos de todo aquello porque venía de pasarlo muy mal.

Foto: Miguel Ángel Forniés
Foto: Miguel Ángel Forniés

¿Qué jugadores de tu época, compañeros o rivales, podrían haber jugado en la NBA?

Yo siempre he dicho que si la situación hubiese sido como la que es actualmente, todos los que jugamos con la selección en Los Ángeles podíamos haber tenido minutos en la NBA. Yo no te digo que hubiésemos sido jugadores como Pau Gasol o su hermano, pero que alguno hubiese jugado tipo Rudy, seguro, de haber sido más fluida la comunicación. Lo que pasa es que en aquel momento la situación no era como ha sido después. No te digo que hubiésemos sido hombres clave, tampoco me quiero poner muy arriba, pero haber jugado minutos y haber jugado algunos partidos importantes en aquella NBA, seguro. Lo que pasa es que la diferencia es que nosotros no estábamos acostumbrados, ni sabíamos adaptarnos a la manera de jugar de la NBA.

De hecho, cuando jugamos contra Estados Unidos en la final, uno de los problemas principales fue que nuestro base no podía pasar al alero porque nos presionaban como nunca nadie lo había hecho. Recuerdo tenerme que abrir desde la línea de tiro libre para que el base me pasara a mí y yo poderle pasar al alero porque ellos nos rompían el inicio de la jugada. No teníamos fundamentos para evitar ese tipo de defensa, es decir, no estábamos acostumbrados a ese tipo de defensas, pero no es un problema de falta de calidad, teníamos un equipo alto y rápido, simplemente no estábamos acostumbrados a la manera de jugar que ellos tenían. A lo mejor habíamos visto dos o tres vídeos de Estados Unidos antes de la final. No es cómo ahora, que tú sabes perfectamente cómo juegan. Y de la misma manera, cuando Fernando Martín llega a la NBA con una serie de movimientos y una serie de cosas, ellos a lo mejor eso no lo entienden, es decir, no entienden su manera de jugar, entonces claro, se crea un bloqueo en el que a Fernando se le hace muy difícil y al entrenador de turno también se le hace muy difícil mojarse con ese tío.

Cuando llegas allí, como le pasó a Fernando, no te conoce ni Dios. Es muy complicado. No jugó mucho, pero no porque no tuviera calidad para jugar. No te diré jugar como una estrella, pero tenía calidad para haber jugado mucho más de lo que jugó. Era muy complicado, y esa era un poco la barrera, que no era por la calidad del jugador. Después, todo ha cambiado totalmente. ¿Quiénes han jugado en la NBA? Pues jugadores de nivel de selección alta. Pues nuestra selección era una selección de nivel alto. Se hubiese podido jugar minutos si estas cosas hubiesen fluido más, por ejemplo, haber entrenado unos meses con ellos y ver un poco cómo va la cosa. En cambio, antes no había nada de esto. Nosotros teníamos nuestro juego europeo, por decirlo de alguna manera, pero en ese momento había muchísima diferencia entre el juego europeo y el juego NBA. Vale, jugábamos algún partido de vez en cuando contra ellos, pero no es suficiente. A mí me decían que jugaba como James Worthy, aunque tampoco había visto mucho cómo jugaba James Worthy. Por ejemplo, cuando defendía a Perkins en Los Ángeles, yo no lo había visto en mi vida, no sabía ni que era zurdo. Era todo muy diferente.

¿Se interesó algún equipo de la NBA por ti?

Con respecto a la NBA, en mis tiempos la situación no era la misma que la que hay ahora. Por ejemplo, la situación de Fernando Martín allí fue muy dura, según me contó. De todos modos, ya un poco tarde, cuando tenía 27 años y estaba a punto de renovar por el Barcelona, me llegó la posibilidad de hacer un campus de verano con Atlanta Hawks, que entrenaba Mike Fratello, y bueno, yo tenía un poquito el gusanillo porque siempre que habíamos jugado contra equipos de la NBA se me daba bien ese tipo de juego rápido, de contraataque. Tenía aquello de decir, por probar no pierdo nada. En principio iba a ir a ese campus de verano, y luego, si no salía nada, haber renovado con el Barcelona. Lo que pasa es que en ese momento que yo estaba aguantando esa situación, hay una huelga de jugadores de la NBA y se suspenden los campus de verano. Entonces, tenía que tomar la decisión de empezar la liga sin haber fichado y arriesgarme a lo que pudiera pasar, y era muy improbable que yo pudiera jugar en la NBA en medio de esta situación, por lo que preferí no arriesgarme y renové por el Barcelona, de tal modo que se acabó, por decir algo, el sueño americano.

Era una situación muy compleja el que pudiera ir a la NBA en aquel momento, tenía que esperar a que se reiniciaran los campus, con lo cual hubiese quedada suspensa mi renovación con el Barcelona. Preferí no tomar ese riesgo porque tampoco tenía mucha confianza en que, aunque yo hubiera ido al campus y lo hubiese hecho bien, la cosa cuajara. Entonces me dije, prefiero pájaro en mano que ciento volando. Además, tenía 27 o 28 años, que ya no era muy buena edad para ir allí. Pero bueno, sí que me hubiese gustado probar un campus, haber visto un poco cómo iba la cosa, y si me hubiesen hecho alguna oferta interesante haber jugado allí. Pero claro, como eso se suspende la cosa avanza y a mí a través del Barça me empiezan a presionar. Era una situación muy complicada, me tenía que quedar esperando a ver qué pasaba con la NBA, que tampoco sabías cuándo se iban a renovar los campus, y luego, a ver qué pasa. Por mucho que en Estados Unidos te digan que quieren que vayas, pero claro, cuando estuviese allí, veríamos lo que podría pasar.

Si te gustan las historias del baloncesto de antes, puedes regalar o regalarte “Fernando Martín. Instinto Ganador”, una obra que cuenta con casi 500 testimonios (Antonio Martín, Sabonis, Corbalán, Pablo Laso, Audie Norris, Brian Jackson, Wayne Robinson, Biriukov, Pep Cargol, Quique Villalobos, Isma Santos, Romay, Andrés Jiménez, Epi, Fernando Arcega, Essie Hollis, Lolo Sainz, Aíto, Gonzalo Vázquez, Antoni Daimiel, Ramón Trecet, etc.).

 

MIGUEL ÁNGEL FORNIÉS nació en Badalona el 18 de septiembre de 1952. Estudió en los Salesianos Badalona y en el Colegió Badalonés. Servicio Militar en Campo Soto, Cádiz.

Fotoperiodista de Devoción. Colaboró con Eco Badalonés, 5Todo Baloncesto. Desde 1981 con Nuevo Basket como fotógrafo. Primer fotoperiodista en viajar a ver y fotografiar partidos de la NBA en 1984. Europeo de 1973, cinco Mundiales Júnior (de 1983 a 1999). Quince meses trabajando, viviendo y jugando a baloncesto en Argelia (Sidi Bel Abbès).

Mundial de España 1986, Mundial de Argentina en 1990. JJOO de Barcelona 1992 como adjunto del jefe de prensa de baloncesto. Ha escrito dos libros, Crónica de un viaje alucinante (en 2009) y Memorias Vividas (en 2015). Durante 19 temporadas (1996-2014) responsable de prensa del Club Joventut Badalona.

Foto: Fernando Laura.
Foto: Fernando Laura.

«Información y reservas de Biriukov Bistro», aquí

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies