Pero tú, Andrés Nocioni ¿De qué vas?

¡¡Un lunes!! ¿Pero quién coño se retira un lunes? Para un día que todo el equipo descansa, solo a ti se te ocurre fastidiarles el día libre con la noticia mientras muchos pensábamos con qué íbamos a alimentar nuestra web y buscamos en noticias surgidas durante el fin de semana, hasta para eso eres especial, macho, pero que no, que no me desvío del tema, porque yo quiero saber, Andrés Nocioni, ¿De qué vas?
Te crees que todo es tan sencillo como eso que has hecho, una carta, unas letras de despedida y hala, a tomar por saco, ¿te has puesto a pensar en un momento todo lo que no tendremos en el Real Madrid la próxima temporada?, pues yo sí lo he hecho y te prometo que la lista no es corta.
Me gustaría saber a quién voy a ver siempre en el banquillo con la camiseta de juego, siempre preparado para salir y sin importarle si el pabellón es frío o caluroso, porque sabes que lo importante es estar siempre disponible y no perder ni medio segundo en quitarse en chándal, aunque, eso también te lo digo, por lo menos no darás por saco a los espectadores de las primeras filas estando más tiempo levantado que sentado.
También quisiera saber con quién va a hablar el entrenador ayudante de Laso, Lolo Calín, al que haces compañía detrás del banquillo cuando no vas convocado en vez de colocarte en esa esquina apartada del mundo, si has pensado lo mal que podrá sentirse cuando le dejes sin esas charlas que os pegáis durante los encuentros y en las que seguramente habéis aprendido mutuamente cosas de cada uno.
No estoy para nada de acuerdo que dejes solo en el camino a tu hijo deportivo, Luka Doncic, ese al que le soplas en la oreja cuando hay un tiempo muerto o igual le echas una charla que das un consejo y que recordará toda la vida mientras se va haciendo un hombre en esto, conseguido aparte de su esfuerzo, por esos secretos que solo tú conoces y ahora también él.
Y si hablamos de tu hijo deportivo, también quisiera saber qué piensan tus propios hijos, esos que te han acompañado tantas veces por Valdebebas cuando el colegio se lo ha permitido, que han hecho los estiramientos contigo y el resto del equipo siguiendo las órdenes de Juan Trapero en esos días que hay entre partido y partido en donde el cuerpo duele tanto que lo único que se puede hacer es estirar, ¿vamos a dejar solas a las niñas de Jaycee Carroll?
Encima dejas tirados a compatriotas, uno que se le llena la boca cada vez que dice tu nombre como es nuestro speaker Pedro Bonofiglio, en el que te pone de imagen y orgullo por su tierra argentina y el otro, alguien que vestirá de blanco la próxima temporada, un tal Facundo Campazzo, ¿te suena? El mismo que está deseando volver para tomarse la revancha en esos concursos de triples que casi siempre ganabas antes de empezar vuestros entrenos en el Valle de Las Cañas.
Joer tío, es que vas a dejar a mucha gente que solo habla maravillas de ti, si hasta el jefe de prensa dice que eres uno de los mejores tipos que ha pasado por ahí, si tu entrenador usa siempre la palabra respeto cuando te nombra, si da gusto cuando uno llega a las ruedas de prensa porque jamás evitas la mirada de los que llegamos allí como extraños y siempre acabas dando los buenos días, coño, Andrés, que no todo es jugar, hay mucho más que dejas si nos abandonas.
Mira, tú piénsatelo bien, recuerda que nos has jodido muchas veces cuando jugabas con otra camiseta y ahora solo nos has dejado una muestra en tres temporadas que se han pasado como un suspiro, vale que contigo hemos ganado esa Euroliga que llevábamos veinte años anhelando y que encima te nombraron MVP, que te hemos visto sangrando por defender el escudo, poner una cara de mala leche increíble cuando has notado que el equipo no daba todo lo que podía hacer y, aunque seguro que eso va a volver a pasar de aquí a final de temporada, nos resultará muy difícil la próxima campaña no volver a oír esos gritos de «Chapu, chapu» resonando en el Palacio con miles de gargantas enfervorizadas.
No quiero terminar sin darte las gracias y sé que he empezado echándote la bronca pero es que al final me voy a poner a llorar pensando en tu marcha, supongo que tu tiempo está demasiado atareado para leer estas líneas pero yo me quedo más tranquilo escribiéndolo. Solo quiero que sepas que estamos tristes, Chapu, muy tristes, para nosotros eres alguien que encarna los valores del Madrid, esos que algunos ponen en duda y yo solo espero que la justicia divina permita una despedida de tu vida como jugador a la altura que realmente te mereces y que, encima, nos permita a todos los madridistas, llevarnos doble alegría.
