Mi apoyo en el “Día Internacional de la Mujer”

Yo, Juan Carlos, me considero una persona. Tú, a quién agradezco que leas esto, eres otra persona. Podrás pensar: “estoy de acuerdo” o no. Podrás coincidir conmigo en todo, en algo o en nada. Evidentemente a mí me gustará que cuando acabes de leerme pienses: “me encanta” y que des al “me gusta”. Y al cabo de unas horas de la publicación podré ver en la web que tengo unos cuantos “me gusta”.
¿Crees que es importante discernir si esos “me gusta” provienen de un hombre o de una mujer? Por supuesto que la respuesta es no, porque todos, hombres y mujeres, somos personas. Entonces, ¿por qué esta sociedad en la que vivimos se empeña en discriminar a la mujer respecto al hombre?
Yo lo tengo muy claro. Es un problema de poder. En la práctica totalidad de los altos cargos de cada estado, gobierno, organismo, consejo, institución, asamblea, empresa, organización… predominan mayoritariamente los hombres sobre las mujeres. En todos los estamentos en los que se decide sobre las políticas, economías, sistemas educativos y legislaciones de todo tipo también hay una amplísima mayoría de hombres, por lo que son ellos quienes toman las decisiones. Decisiones que por muy objetivos que pretendan ser acaban siendo partidistas. Y hasta que esto no se corrija la sociedad seguirá igual.
Yo, Juan Carlos, he tenido la suerte de cruzarme con muchísimas personas en mi vida tanto personal como profesional. Y he encontrado buenas personas y otras que han dejado mucho que desear. Y he visto personas brillantes, listas, inteligentes, bobas e incluso mediocres. Y de todas he aprendido algo. A ser como ellas o a aprender como no hay que ser. A asimilar su sabiduría o a enseñarles, si se dejan, o al menos intentarlo.
Y gracias a trabajar durante casi toda mi vida profesional en una gran entidad bancaria multinacional, estas personas podían ser de cualquier lugar de España o del mundo, de cualquier clase social, de cualquier raza, de cualquier sexo…
Créeme querida persona que me sigues leyendo: en la diversidad está el progreso y el enriquecimiento tanto personal como de la sociedad. Pero si esta diversidad no se ve reflejada en los núcleos de toma de decisiones, seguiremos igual. Hasta que los hombres no seamos conscientes de ello, las mujeres seguirán siendo discriminadas.
Ahora estoy cumpliendo un sueño trabajando en el mundo del baloncesto como entrenador, presidente de un club e incluso haciendo incursiones en el mundo periodístico. Ayer cubrí la rueda de prensa del Real Madrid Baloncesto. Allí estábamos personas preguntando a Pablo Laso. De verdad, ¿piensas que las preguntas eran mejores o peores según las hiciera Pilar, Noemí, Carlos, Andoni o yo mismo, por el hecho de que la pregunta proviniera de una mujer o de un hombre?. Pues no, las preguntas fueron más o menos acertadas por la experiencia, el ánimo de cada uno en el día, la preparación mejor o peor de la rueda de prensa, la inspiración de cada uno… Pues este simple ejemplo extiéndelo a cualquier ámbito de la vida.
Hoy, “Día Internacional de la Mujer”, me siento más persona que nunca y me identifico mucho más con las mujeres. Hacéis muy bien en reivindicar lo que es justo: la igualdad, porque, repito, somos PER-SO-NAS
