Contracrónica de un baño (o como quieran llamarlo) del Real Madrid al Barça

Vaya partidito se vio ayer en el WiZink Center, bueno, más que partido, fue un entero, o mejor dicho, de un equipo entero ante un equipo partido, es decir un Real Madrid – FC. Barcelona.
Decir que no estaban las cosas calientes en el Palacio de Goya sería faltar a la verdad, muchas veces nos hemos quejado del ambiente fríode los aficionados blancos pero que, en un día como ayer, no fue así ni mucho menos, evidentemente el Barça siempre tira, pero la derrota sufrida en el Palau más toda la parafernalia con las celebraciones posteriores teniendo a Oriola como maestro de ceremonias, hacía que la cosa estuviera un pelín más exacerbada que en otras ocasiones, con decirles que, en la presentación, casi tuvo tantos pitos para Pierre como para Ante Tomic, está todo dicho.
No podemos olvidarnos tampoco de que Campazzo, en estos momentos el mejor base del Real Madrid (y a lo mejor de Europa) de toda la terna usada por Laso entre el mismo, Llull, Prepelic y Pantzar fue capaz demostrarle otra vez a Pesic todos los «trucos» de los que es capaz,seguramente no los que nos quería demostrar a la prensa el técnico serbio, sino los buenos, los que molan, los que hacen que te levantes de tu asiento y aplaudas desde la grada, esos que son desde un pase sin mirar, una carrera endiablada llevando el balón, una defensa agónica o un triple desde su campo, anda que no se le notaba al argentino las ganas de mostrar su show y bien que lo hizo para disfrute del respetable.
De todas formas ¿saben lo mejor del partido? más allá de análisis técnico-tácticos o de sesudos comentarios, fue que el Madrid olió sangre, vio el miedo en la cara del rival y fue a por él sin compasión, se veía en cada carrera, en cada gesto de los jugadores cuando el balón entraba, en cada salto del banquillo a cada acción positiva o el ánimo en las negativas,una sensación de equipo conjuntado con una única misión, destrozar al FC. Barcelona.
Es verdad que, al menos en esta temporada, era difícil ver a un Barça tan desmoralizado como el que vimos ayer, con unos pases a la grada o pedradas al tablero difíciles de ver en un partido de estas características y que solo pasan cuando es tanta la desesperación que tienes, que tu mente no es capaz de encontrar el camino correcto, ahí es donde tiene trabajo Pesic y estamos seguros de que no será fácil.

No sabemos si en esos más de 45 minutos que estuvo el técnico blaugrana con sus jugadores en el vestuario, mientras la prensa esperábamos pacientemente en la sala donde tenía que dar la rueda post-partido,le servirán de algo para recuperar la moral anímica a un equipo que ayer vimos bajo mínimos, lo que sí sabemos es que ayer el aficionado madridista se lo pasó bomba y sin tener que quedarse después del partido ni pedir a sus jugadores que salieran del vestuario a salir a saludar, al fin y al cabo, ganar al eterno rival por paliza no es un título, simplemente es salvar un escollo más en busca del éxito importante, ese que buscan sobre el mes de mayo.
