El triunfo del EQUIPO

La consecución de esta Euroliga 2017-18 por parte del Real Madrid tiene un significado muy especial para mí, pues me reafirma en mi manera de concebir este maravilloso deporte que es el baloncesto.
En un baloncesto moderno en el que priman los números, las valoraciones y las estadística, este campeonato lo ha ganado el EQUIPO que mejor ha jugado con los intangibles, con las emociones, con la fuerza de voluntad, con la fe en el trabajo y en el grupo. Y si, así entiendo yo la vida, el deporte y, por supuesto el baloncesto.
Un EQUIPO que se ha pasado toda la temporada superando obstáculos, piedras (qué digo piedras, rocas) en el camino, adversidades, dificultades…. Pues todo esto les ha hecho más fuertes, porque han sabido aprovecharse de ellas para saber superarse, para unirse más, para buscar un objetivo común. Ni una fisura, ni una mala cara, ni una lamentación que llevara a la frustración. Al contrario, unión, compañerismo, trabajo, trabajo y más trabajo, creyendo en el esfuerzo, en el compromiso, en el EQUIPO.
Que los interminables y tan difíciles de jugar minutos finales del partido de la final de ayer frente a un gran campeón como es el Fenerbahce del gran Zeljko Obradovic estuvieran en el banquillo Llull (qué decir de este auténtico líder), Luka (MVP del Torneo), Tavares (que supo amedrentar a todo un Fenerbahce con su presencia en cancha) Ayón, Felipe, Randolph y bastante tiempo Rudy dice mucho del carácter y de la impronta de este EQUIPO. Porque además no estaban cabreados y frustrados por no estar en la cancha, estaban comiéndose las uñas (literalmente) y dejándose las gargantas apoyando a los compañeros que en ese momento estaban disputando los momentos más calientes de toda la competición.
Y las estrellas eran los, en teoría, outsiders del EQUIPO. Un Causeur inmaculado, un Taylor incansable, un Facu de otra galaxia, un Thompkins imperial, un Jaycee omnipresente (lo siento pero tengo debilidad por este jugador). Y el resultado es elocuente: el EQUIPO es CAMPEÓN.
Y el principal artífice de esta situación es un señor llamado PABLO LASO que ha sabido convertir la tragedia en comedia, que ha sabido sacar lo mejor de cada uno de los suyos, que ha sabido inculcar el trabajo y esfuerzo como filosofía, que ha hecho creer al EQUIPO, que le ha hecho fuerte y que le ha llevado a la victoria. Gracias Pablo por reafirmarme en mi manera de entender la vida, el deporte y, en especial, el baloncesto.
Y no lo ha hecho solo, lo ha hecho en EQUIPO. Con un gran staff técnico: Chus Mateo, Paco Redondo, Isidoro Calín y Juan Trapero. Y lo ha hecho en EQUIPO con el total apoyo de sus “jefes” Herreros y Juan Carlos Sánchez.
Que Santi Yusta, Dino Radoncic y Randle, que no formaron parte de la convocatoria, fueran los primeros en abrazar a sus compañeros demuestra que esto es un EQUIPO. Que el capitán Felipe Reyes se fotografíe con Samu, Carlos, Javi Barrio, Trapix, Oscar y “El perla” dice cuál es la grandeza de este EQUIPO. Que los jugadores se mezclen en la celebración con todos los aficionados desplazados a Belgrado habla de la calidad humana de este EQUIPO.
Gracias EQUIPO por reafirmarme en mis convicciones.
