El Estudiantes tumba al Barça en su mejor partido de la temporada

El Movistar Estudiantes ha tumbado a todo un FC Barcelona por 80-70 tras una espectacular remontada en la segunda mitad y tras protagonizar el mejor partido de la temporada.
El WiZink Center se teñía de rosa en la mañana de hoy para recibir al Movistar Estudiantes más solidario. Los de Salva Maldonado se enfundaban en la equipación más especial para recibir al FC Barcelona Lassa de Sito Alonso en un partido en el que la lucha contra el cáncer de mama se ha convertido en la gran protagonista.
Con un espectacular mosaico para recordar la lucha de todas y cada una de las mujeres que han pasado por el calvario de esta enfermedad, el balón se ponía en el aire en el WiZink Center. Los aficionados que instantes atrás aplaudían con todas sus fuerzas la iniciativa del club tardaban escasos segundos en meterse en partido, pues el arranque del cuadro estudiantil no pudo ser mejor. Concentradísimos en defensa y sin conceder canastas fáciles, los locales secaban por completo al cuadro culé en los primeros minutos de partido. Sobre la cancha podía verse a la versión más carismática de este equipo vista hasta el momento, cerrando el rebote con contundencia y corriendo con comodidad la cancha y reencontrándose con un juego alegre. Sin estar inspirados desde más allá de 6’75 (1/11), los estudiantiles, al final del primer cuarto, daban una sensación de dominio mayor de lo que el marcador reflejaba (16-11).
Si bien es cierto que en el arranque del segundo cuarto los estudiantiles lograban mantener el nivel de los primeros minutos, una cierta relajación defensiva dio alas a un FC Barcelona ante el que nunca puedes bajar la intensidad. La salida a cancha de Pierre Oriola cambiaba por completo a un cuadro culé que recuperó la batuta del choque, igualando las fuerzas al rebote y sacando mucha ventaja en la pintura. Los estudiantiles, por su parte, se mostraban faltos de ideas. Al no poder correr, sufrían mucho más para encontrar buenas opciones en ataque y ello terminaba por traducirse en tiros muy forzados. Un 20-34 de parcial en el segundo cuarto dejaba un panorama cómodo para los de Sito Alonso al descanso en el WiZink Center (36-45).
Sin embargo, lejos de querer darse por vencidos tan pronto, los estudiantiles sacaron provecho de su paso por el vestuario y recuperaron su mejor versión defensiva en la reanudación del partido. Auspiciados por esa marcha más atrás y liderados por un Sylven Landesberg absolutamente desatado en ataque, los estudiantiles devolvían la igualdad en el luminoso y enloquecían a un Palacio sediento de baloncesto. Los culés quisieron reaccionar, pero Estudiantes supo aguantar bastante bien el tipo ante el empuje de su rival. Tanto fue así que, al final del tercer cuarto, el partido seguía completamente abierto y no apto para cardíacos (55-61).
Conscientes de sus oportunidades, los estudiantiles encararon los primeros minutos del último cuarto casi tan bien como lo hacían en el cuarto anterior. Los de Salva Maldonado obligaban a sudar la gota gorda a sus rivales para conseguir una canasta gracias a una defensa de garra y la igualdad, como no podía ser de otra manera, no tardó en volver al luminoso. Con el nivel demostrado atrás, la sensación de que Estudiantes perdonaba la vida al cuadro culé fallando tiros relativamente librados -ya vivida en el primer cuarto- reaparecía en la cancha del WiZink Center, pero, aun así, el panorama se antojaba más que ilusionante para los locales.
Aferrándose a un carisma inusual en lo que llevábamos de temporada, los estudiantiles encaraban la recta final del partido sin complejos ante todo un FC Barcelona Lassa. Empujados por un WiZink Center que empujaba como nunca, el nivel defensivo que les había llevado a igualar el partido, ahora les colocaba por delante. Un +7 a poco más de dos minutos para el pitido final permitía soñar y era el cuadro culé el que se veía obligado a luchar contra el reloj si quería llevarse el partido. Pero fue demasiado tarde…
Una antideportiva de Heurel auguraba lo que se venía y dos matazos de Alec Brown lo sentenciaban. El Movistar Estudiantes se imponía al FC Barcelona por un 80-70 final.
