La bonita y solidaria historia del árbitro Hierrezuelo y Pablo Llanes, exfisio del Real Madrid

ACB Photo / M. Á. Polo
El árbitro malagueño, en una entrevista para Woman Essentia, muestra su faceta más personal y explica de dónde viene su perfil más solidario. En varias ocasiones se le ha visto participar en eventos benéficos e iniciativas por los más desfavorecidos y, en dicha conversación, explica una de ellas.
Curiosamente, Dani Hierrezuelo dio el paso adelante en el mundo de la beneficencia tras una conversación con el por entonces físio del Real Madrid, Pablo Llanes. Este, según cuenta el colegiado, quería hacer algún tipo de voluntariado después de que le diagnosticaran espina bífida a su hijo. Tras esa charla, Hierrezuelo se puso manos a la obra y llevaron el baloncesto a la otra punta de otro continente -concretamente a Etiopía- gracias al Padre Ángel.
«Se desplazó hasta allí para visitar aquella misión, que se dedicaba a atender a pequeños huérfanos, enfermos, desamparados, con padres afectados por el sida… Observó que no había niños minusválidos por las calles y le llamó la atención. Preguntó al Padre Olaran, quien le contó que había muchos, pero que estaban encerrados en sus casas porque los progenitores los consideraban un castigo de Dios. Tal fue el impacto en Pablo, que visitó a varios, viendo cosas que le dejaron completamente desolado.
De vuelta a Madrid, en una conversación con el Padre Ángel, le dijo que estaba decidido a montar en Wukro una clínica de fisioterapia para niños, y le pidió que gestionara la concesión de un espacio en el hospital para ello. Se le dio una pequeña parcela y con sus recursos montó la clínica.
Desde entonces, dona un 10% de sus ingresos a Holystic. Pablo, enamorado del baloncesto, entrenaba con un equipo etíope de aquella localidad, dándose cuenta de que los árbitros no sabían mucho de las reglas, así que se le ocurrió crear también una escuela de basket. Hace tres años, Mateo Ramos, compañero mío en ACB y director técnico hasta que se jubiló, se encontró en una calle de Madrid con Pablo, que le pidió unirse a su causa. Y Mateo se animó. Me hizo una llamada y me pidió que le mandara camisetas de arbitraje que ya no usara. Me contó la historia y le dije: “No, Mateo, yo cojo las camisetas y las llevo a Etiopía”».
Posteriormente, tal y como recuerda Hierrezuelo, hasta 50 de los mejores árbitros del país viajaron a la región de Wukro para organizar un clínic. Desde hace tres años, el malagueño se traslada a Eiopía en diciembre durante diez días. Ahora, además, exjugadores como Iñaki de Miguel -amigo de Llanes- colaboran.
Puedes leer toda la entrevista de Womanessentia aquí.
