La brutal ascendencia de Gustavo Ayón en el Real Madrid

«Nos da otra dimensión», esas fueron las palabras de Pablo Laso refiriéndose a Gustavo Ayón en su regreso a la competición tras la lesión que le ha tenido durante los últimos meses fuera de combate y podemos decir, a ciencia cierta, que tiene más razón que un santo, así lo analizamos.
Gustavo Ayón disputó sus primeros minutos en este 2018 en la Copa del Rey en la final frente al FC. Barcelona, estuvo solamente 3:26 en cancha anotando 3 puntos y cogiendo un rebote, pero Pablo Laso tenía claro que había que meterle, no en dinámica de equipo porque de eso ya llevaba tiempo entrenando, sino en la de competición, digamos que el mexicano necesitaba esas cosas que solo se sienten cuando uno entra en una cancha y tiene enfrente a un rival que quiere ganarte a toda costa, igual que tú a él, por eso no dudó en gastar un cambio de ACB dejando a Randle fuera y metiendo a Ayón, algo duradero no solo para la Copa, sino para lo que queda de temporada regular.
La decisión era arriesgada ya que, aunque Randle está entre las últimas rotaciones, cualquier inconveniente con Campazzo y Doncic, le habría hecho tener un papel más importante, pero aún así se la jugó, optó por dar entrada a Ayón aun sabiendo que, como se pudo ver, todavía no estaba preparado para semejante envite y Tomic fue superior en la lucha que mantuvieron en el poste bajo durante la final de Copa.
Sin embargo, ello fue el trabajo obligatorio y necesario para que Ayón volviera a recuperar su posición en el juego del Real Madrid, esa frase tan usada de Laso cuando dice «el problema no es solo cuando se lesiona el jugador, sino cuando hay que volver a meterle», algo que hemos visto perfectamente con Randolph al que le ha costado mucho más entrar en la dinámica de partidos por los motivos que fuera, pero que ayer ya volvió a exhibir su nivel habitual, afortunadamente para los blancos.
Ahora el Real Madrid no solo vuelve a tener una referencia en el juego interior sino que hablamos de una nueva dimensión en el juego blanco, vuelve a tener el cinco más puro de los que dispone (por encima de Tavares) y que va a permitir a Felipe Reyes desplazarse a la posición de cuatro, mucho más a gusto en esa posición, dejar de lado las probaturas de Trey Thompkins en el interior con un juego mucho más abierto, o a Randolph desplegando mucho más su juego en las situaciones de ataque.
A efectos tácticos, vuelve el juego poste alto-poste bajo, el pase desde el interior al exterior mejor colocado, la solidaridad en el ataque donde no importa coger tres rebotes ofensivos consecutivos para otros tres pases al compañero liberado, mientras que en la parte de atrás se vuelve a tener un excelente defensor del pick and roll y alguien que supera con solvencia los cambios defensivos entre pequeño-grande sin contar su excelencia en la lectura de la línea de pase.
Evidentemente, todo esto lleva una contraprestación, el papel de Maciulis, usado por Laso de cuatro, vuelve a bajar posiciones por entrar Randolph, Thompkins y Reyes ahí, mientras que Tavares se verá obligado a rebajar su carga de minutos, todo ello acompañado de que, probablemente, tanto Yusta como Radoncic tengan que ver unos cuantos partidos fuera de convocatoria, sobre todo en Euroliga.
Parece una simple entrada de un jugador, pero lo cierto es que, Gustavo Ayón, es una pieza básica en el esquema de Pablo Laso que afecta a todo el conjunto y, afortunadamente, ya está recupero y con muchas ganas de seguir así, su trabajo intenso durante toda la recuperación de su lesión, así lo muestra.
