La clave del rendimiento de Scola en el Mundial es mucho más que genética

Luis Scola, 39 años y quinto mundial a sus espaldas, está dejando una enorme huella en China con sus grandes actuaciones.
El capitán y pívot de la albiceleste fue la figura en la victoria por 94-81 sobre Nigeria y, gracias a los 23 puntos que anotó, subió un peldaño más entre los mejores de la historia de este campeonato colocándose como el segundo mejor anotador de la historia en Mundiales con 611 puntos superando al australiano Andrew Gaze con 594 y solo teniendo por delante al inalcanzable Oscar Schmidt con 906 puntos en 34 partidos y seis Copas del Mundo.
Pues no se crean que ese rendimiento le viene a Scola por ciencia infusa o gracias a una genética excepcional, la clave la ha dado el periodista argentino Julián Mozo donde desvela el enorme esfuerzo del jugador para llegar en las mejores condiciones a la competición.
No es EL partido de Scola, es lo que hizo ANTES del partido.
Durante 14 SEMANAS levantándose a las 6 de la mañana, en su campo, en Castelli, con dos entrenadores personales, para prepararse para un Mundial. Habiendo hecho todo antes, estando YA CONSAGRADO. Es su legado. #LuisV pic.twitter.com/OciFxIMf8G— Julian Mozo (@JulianMozo) September 2, 2019
Un enorme ejemplo de que la edad es solo un número.
