Los cinco detalles de la victoria del Real Madrid ante Khimki

El Real Madrid encontró la primera victoria a la tercera jornada de Euroliga y, cierto es, ante un muy mermado Khimki, que cayó de forma más que honrosa por 94-85.

Estos fueron los detalles del encuentro.

1- La soledad de los ocho jugadores del Khimki contrastaba con la posibilidad de Laso de contar con todas sus piezas según nos dijo en la previa y que originó que Alocén, Randolph, Tisma y Reyes se quedaran fuera de convocatoria.

2- El festival de Llull y es que el menorquín anotó los 13 puntos de los 25 del Madrid en el primer cuarto, en el que hacía tiempo que no se le veía tan cómodo en la pista, anotando con fluidez y penetrando para tiros a 2-3 metros con gran efectividad, no obstante, el Khimki no perdía la cara y, en juego colectivo, superaba a los blancos con un mejor movimiento de balón y que nos dejó tablas en el primer cuarto.

3- De escolta a base anotador fue lo que nos dejó el segundo cuarto, donde el Madrid seguía sin hacer un juego excelso, en que Laso se cabreó con Thompkins llevándole al banquillo a los pocos minutos de juego (sigue sin coger el tranquillo al puesto de cinco) y donde Laprovittola cogió el papel de Llull con un acierto anotador, sobre todo de 6.75 con su 4/5 en triples, que borraba algún despiste en la defensa del 1×1, aún así, el Khimki seguía dando la cara y se iba al descanso con solo ocho puntos abajo (49-41).

4- El espíritu guerrillero de Khimki no le abandonó en ningún momento, daba igual que pareciera que el Madrid iba a romper el marcador porque ellos seguían luchando en un partido engañoso donde el ritmo lo dominaban los blancos pero sin la comodidad que podía preverse ante solo las ocho fichas que presentaba el Khimki y que no aflojaron en ningún momento, ni aunque el cansancio pesara, honor para todos ellos.

5- Hasta que no pudo más, así podríamos definir el último cuarto del equipo ruso ante un Real Madrid que, con piezas más descansadas, pudo gestionar bien la ventaja y dejar pasar el tiempo con calma pero, en resumidas cuentas, ganando un partido en el que dio sensaciones encontradas y sigue carburando a medio gas en Euroliga, esta vez ante un Khimki que, de haber estado completo, podría haber puesto muchas más dificultades.

Javier Rodríguez