Los tres perfiles de un base que encajan en el Real Madrid

La reciente lesión de Sergio Llull, y la posterior derrota ante Unicaja, reabren el debate de si el Real Madrid debería incorporar un tercer base para no tener que arriesgar con jugadores adaptados como es el caso de Causeur o Prepelic.
El puesto de Pantzar en el equipo es de un jugador de formación y, salvo sorpresa, no se le darán minutos en partidos donde la presión es latente. No por falta de calidad, sino por falta de experiencia en la máxima competición. Es por ello que vuelven a sonar campanas sobre si fichar o no un base.
Durante toda la etapa de Pablo Laso han sido varios los jugadores que han pasado por el puesto de ‘uno’ en el conjunto merengue. Hasta tres perfiles diferentes que encajan a la perfección en la dinámica de juego y rotaciones de este Real Madrid.
Un base defensor
Es el caso de Dontaye Draper. Pablo Laso sabía cómo y cuándo utilizarle, mientras el jugador conocía a la perfección cuál era su rol dentro del Real Madrid. Si en equipos como el Efes él era el líder ofensivo, en el conjunto blanco su papel era claramente defensivo. Sus salidas en el tercer cuarto para plantar cara al base anotador fueron su escenario perfecto. Con Llull y los escoltas como anotadores, ese base con actitud defensiva funcionó bien.
Un anotador compulsivo
El nombre de Sergio Rodríguez es el primero que viene a la cabeza. El jugador canario, además de dar juego con su habitual magia, también se convirtió en uno de los mejores anotadores en su posición de todo el continente. Ahora lo demuestra en el CSKA.
El Chacho conjugaba esa capacidad para mover al equipo con un acierto desde el triple, principal foco anotador merengue, impecable.
Un base de rotación
Como fue el caso de Campazzo en su primera temporada o el de Randle el último año. Jugadores que no contaban demasiado por la falta de minutos y el buen estado de forma de sus superiores, pero que siempre que el entrenador necesitaba de ellos estos cumplían. Bases con la inteligencia suficiente como para ordenar las jugadas ofensivas a realizar sin terminar de despuntar en el liderazgo de juego.
Una pieza de rotación que sirve para dar el descanso necesario a los titulares sin apenas bajar el pistón en lo que a creación de juego se refiere.
