Reggie Johnson, el pívot que se ponía fuerte de manera singular

Foto: Miguel Ángel Forniés
En el día en que el histórico pívot americano cumple 66 años, descubrimos algunos de sus peculiares métodos para trabajar la fuerza cuando estaba alejado de las canchas de baloncesto.
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Reginald Johnson, más conocido como Reggie Johnson, nació el 25 de junio de 1957 en Atlanta (Georgia, Estados Unidos). Fue seleccionado en primera ronda del Draft de 1980 (puesto 15) por San Antonio Spurs, jugando además en otros equipos de la NBA a comienzos de los ochenta, como ClevelandCavaliers, Philadelphia 76ers o New Jersey Nets. Sin embargo y, pese a que tuvo buenos números en la mejor liga del mundo, puso rumbo a Europa. Italia y España fueron los países que lo acogieron, dejando un buen recuerdo en sus dos equipos en nuestro país,Joventut y Elosúa León (más de 16 puntos y 8 rebotes por partido en sus ocho temporadas en la ACB), y entre sus compañeros, quienes no olvidan algunas de las anécdotas que vivieron junto a él, como las que nos recuerda Josep María Margall, compañero de Reggie en el Joventut, sobre sus peculiares métodos de entrenar la fuerza incluso cuando se iba a tomar algo con los amigos.
JOSEP MARÍA MARGALL
Reggie Johnson era un tío muy bueno y muy listo. Te voy a contar una anécdota. Antes de jugar un partido íbamos a tomar la cervecita y tal, y él siempre llevaba una mariconera, los bolsitos estos, ¿sabes? Recuerdo que estaba con una mano debajo y la mariconera encima. Y le veo que está haciendo algo.


“Oye, ¿qué estás haciendo?”, le pregunto. Resulta que tenía como un muelle para reforzar los dedos, para tener fuerza en los dedos. Él me dijo: “Es para coger fuerza en los dedos porque cuando yo era joven perdía muchos balones. No agarraba bien el balón y empecé a hacer esto”. Después, estábamos en la comida y había una manzana. Coge la manzana y me dice: “Mira, ¿ves?”. Y la rompe. No era de estas manzanas blandas. Y voy y digo yo: “Buah, esto es fácil, hombre”. Entonces cojo una y ni la marqué. Yo que pensaba que tenía fuerza en los dedos, pero ni la marqué. Por eso cuando le pasábamos un balón no perdía uno, parecía un pulpo. Yo a los chicos que tienen problemas para agarrar el balón siempre les digo lo mismo, por experiencia trabaja esto, la fuerza en los dedos.

MIGUEL ÁNGEL FORNIÉS nació en Badalona el 18 de septiembre de 1952. Estudió en los Salesianos Badalona y en el Colegió Badalonés. Servicio Militar en Campo Soto, Cádiz.
Fotoperiodista de Devoción. Colaboró con Eco Badalonés, 5Todo Baloncesto. Desde 1981 con Nuevo Basket como fotógrafo. Primer fotoperiodista en viajar a ver y fotografiar partidos de la NBA en 1984. Europeo de 1973, cinco Mundiales Júnior (de 1983 a 1999). Quince meses trabajando, viviendo y jugando a baloncesto en Argelia (Sidi Bel Abbès).
Mundial de España 1986, Mundial de Argentina en 1990. JJOO de Barcelona 1992 como adjunto del jefe de prensa de baloncesto. Ha escrito dos libros, Crónica de un viaje alucinante (en 2009) y Memorias Vividas (en 2015). Durante 19 temporadas (1996-2014) responsable de prensa del Club Joventut Badalona.