¿Se le puede pedir más a Laso ante el Barça?

Quinto clásico de la temporada, cuarta derrota para el Real Madrid, final de Copa incluida y una sensación de que el Barça está por encima de los blancos cuando nos acercamos a los momentos más calientes de la temporada, así que, la pregunta flota en el aire: ¿Se le puede o se le debe pedir más a Pablo Laso?

La respuesta quedará en la subjetividad de cada aficionado madridista, demasiado acostumbrado en los últimos tiempos a que su equipo fuera un rodillo consiguiendo títulos a mansalva y que ahora ve cómo los chicos de Jasikevicius se han llevado el segundo título disputado de la temporada (el primero se lo llevó el Madrid con la Supercopa) y se encuentra en una posición privilegiada de liderato de Euroliga y, eso sí, a dos victorias de los blancos en la fase regular de ACB, algo que, como bien sabemos, no vale de mucho.

Pues miren, rotundamente no, si hay alguien al que no se le puede achacar algo en esta temporada frente a los blaugranas es al técnico blanco, bastante ha tenido que pasar viendo como ya, desde pretemporada, tenía en cartera a Zizic como un relevo de garantías para Tavares para acabar marchándose a Maccabi.

No contento con eso, esas charlas que tuvo con Laprovittola para que se convirtiera en el buque blanco cuando Campazzo se marchara, han quedado en agua de borrajas y el base argentino es mucho más lastre que solución, casi pensando ya más en su futuro fuera del Madrid que en lo que le queda por disputar.

Sin dejar el puesto de base, Laso ha tenido que hacer un cursillo acelerado para que Carlos Alocén crezca a velocidad de vértigo, quemando etapas de forma mucho más rápida a la esperada hasta el punto de ser el base titular ante el superplantillón blaugrana y, cuando todo ha fallado, tener que tirar de un plan casi «c» con Abalde de uno, teniendo que renunciar a lo que aportaba el gallego desde el puesto de alero.

El técnico vitoriano ha visto cómo ha llegado Tyus para suplir a un lesionado Anthony Randolph y, cuando por fin le encuentra un papel en que puede ser un elemento válido con la defensa a Mirotic, en una estúpida acción se lesiona y queda fuera de combate para toda la segunda parte (y veremos hasta cuando), mientras mira al banquillo y ve a un Thompkins completamente extenuado, en bajo estado de forma y recién salido de un esguince de tobillo o, si mira más al fondo aún, se encuentra a un Felipe Reyes en el que sabe que ya no está para batallas del nivel que le plantea el club blaugrana.

No, a Laso no se le puede pedir más, solo conseguir que sus jugadores compitan hasta el último segundo tal y como hicieron ayer, esperar no solo que los jugadores lesionados se curen, sino que se pongan en un estado de forma óptimo para competir y, a partir de ahí, acabar la temporada de la forma más digna posible, ya sea consiguiendo algún título, llegando a las finales o cayendo antes, pero siempre, dejándose hasta el último resquicio de energía en cada balón.

Javier Rodríguez