¿Se ríe Movistar del aficionado español con la Euroliga?

Durante las últimas semanas la actividad de Movistar con el baloncesto europeo ha decrecido notablemente.

Las conexiones para cubrir los partidos de Euroliga han dejado de ser lo que era. Y, cosa de la casualidad o de la intencionalidad, desde que DAZN adquirió los derechos para la próxima temporada se ha podido palpar ese desdén con la Euroliga.

Sería casi un pecado negar que la compra de los derechos del baloncesto español por parte de Movistar ha sido fundamental. Más que nada para darle al espectador lo que merecía. Desde entonces, las audiencias en eventos como la Copa del Rey no han hecho más que aumentar. Y todo gracias a la compañía.

Se acabaron las retransmisiones justas de tiempo en la televisión pública, el retraso de algunos partidos para que cuadraran en la parrilla de La 1 y aspectos similares que llevaron al aficionado al baloncesto a denunciar un maltrato constante e injusto.

Sin embargo, parece que los días de gloria han acabado. Movistar ha dejado de ser lo que era -y lo que es con la ACB-. No sé si por temas de revanchismo o por falta de actitud de los de arriba, pero quien no lo vea es que está ciego o le conviene hacérselo. Se acabaron los vídeos de las mejores jugadas en redes sociales, aunque en el mejor de los casos podemos contar solo con el retraso en su publicación. Y la afición no aguanta más.

Movistar es capaz de hacer lo mejor, con programas especializados y reportajes mimados al milímetro. Pero han demostrado estar dispuestos a perjudicar al espectador con tal de meter su propio gol a la Euroliga y sus derechos de retransmisión. Lo que es una evidencia es que desde la mente del seguidor del baloncesto las cosas nunca se olvidan. Y si la economía ayuda, es un hecho que Movistar notará un decrecimiento constante de espectadores si DAZN consigue ganarse al público.

El balón, y nunca mejor dicho, está en las manos de los primeros. Pero los buenos actos, de momento, se está pudiendo comprobar que no.

Jorge Martínez