Últimas pinceladas de la Copa

Ya más descansado y con la serenidad que te da la distancia frente a las emociones de la competición en sí, comparto a continuación mis últimas impresiones sobre la actuación del Real Madrid en la recién concluida Copa del Rey de baloncesto.
1. Dada la situación en la que afrontaba la competición el Real Madrid estimo que su actuación en la Copa ha sido más que brillante. Me refiero a la acumulación de partidos en las últimas dos semanas, con mala racha de victorias y juego; con Hanga, Rudy, Taylor y Deck entre algodones; con Llull acumulando muchos más minutos de los aconsejables en cancha por las anteriores bajas; con Randolph y Thompkins recién recuperados se largas lesiones; y con Alocén en el dique seco.
2. Por el contrario, el actual Barcelona llegaba a Granada en el pico óptimo de forma, con una defensa axfisiante y una capacidad ofensiva arrolladora. Con todos los jugadores (salvo Higgins) a tope, creyendo a fe ciega en Saras. Y ha jugado de cine. Justo campeón.
3. Pues bien, a este Barcelona el Real Madrid le ha competido hasta el límite, le ha sorprendido en la final y a punto ha estado de vencerle. Tan solo esos pequeños detalles que deciden finales igualados lo han impedido.
4. Y ahí entra en acción el pobre Deck, extraordinario durante todo el partido, que no tuvo fortuna en los últimos instantes. Primero porque en una entrada a canasta recibe tapón en el límite de Sanli. Después se le señala falta sobre Mirotic y a escasos segundos falla una entrada a canasta aparentemente sencilla. Viendo a Deck, que siempre es un témpano de hielo, protestar desoladamente a Pizarro las dos primeras jugadas y observando repetidas las acciones creo que en la primera si es tocado en la mano y en la segunda Mirotic, como hace muchas veces cuando intenta ganar su posesión, mete el codo a Gabi. Pero no dejan de ser acciones del juego difíciles de arbitrar.
5. Quienes duden aún de Laso y su equipo técnico no tienen ni idea de baloncesto. Sus planteamientos en los tres partidos han sido dignos de estudio. Frente al Breogán consiguen anular a Musa. Contra el Tenerife hacen lo propio con Shermadini y Huertas. Y ante el Barcelona sorprenden con un defensa intensa y presionante de cambios, ayudas y agobio de las líneas de pase que anulan la capacidad ofensiva de este Barcelona durante prácticamente todo el partido.
6. Me duele el enseñamiento de muchos con Rudy y Llull. Ambos no han jugado al 100%, ni mucho menos, esta Copa, pero han sido los primeros, una vez más, en dar un paso al frente para intentar echarse al equipo encima cuando el Barcelona acechaba. Llull, por ejemplo, entró muy al final por la lesión de Hanga con menos 6. Anotó dos libres y convirtió una entrada en la acción siguiente que metió de nuevo al Real Madrid en la pelea. Cierto es que falló un triple en la última posesión, en lanzamiento forzado cuando apuraban los segundos. Y Rudy en la final jugó cojo. Respeto, por favor.
7. Lores a Taylor, el mejor madridista para mí en esta Copa.
8. Me cabrea que Edy Tavares no tenga el respeto arbitral del que goza Mirotic. Es desesperante.
9. Tampoco entiendo la facilidad con la se pita técnica a Laso y lo que cuesta que le caiga a Saras (y son igual de pesados y protestones en los partidos)
10. Me ha encantado la hermandad de la afición madridista en Granada. Ver juntos a Berserkers con Los ojos del tigre y alguna otra peña unidos para apoyar al unísono al equipo sin búsqueda de protagonismos, es un ejemplo a seguir. Y además muy necesario en la Copa, donde prácticamente todo el que no es madridista va contra el Real Madrid.
11. Sí, es cierto que se echa en falta un paso adelante ofensivamente de algún jugador en el lanzamiento exterior para no depender de los veteranos Llull y Rudy. Heurtel pudo darlo ayer, pero enseguida cometió la cuarta personal y esto le lastró con continuos cambios intermitentes que le rompieron el ritmo. Alocén, Causeur y Goss no fueron de la partida. Y Taylor y Hanga son más defensores que anotadores. Si eché en falta más minutos en cancha de Abalde, que hizo un primer cuarto extraordinario y al que probablemente le está perjudicando el continuo cambio de posición base-escolta-alero.
La temporada no ha acabado. No vale de nada llorar porque falte un tirador (¡ay Carroll!), ni porque se pierda a Alocén. Nunca lo ha hecho Laso ni lo va a hacer ahora. Toca trabajar, detectar errores y seguir jugando la locura de dos o tres partidos por semana a la que nos están llevando la sinrazón de las competiciones. Confianza plena en el equipo. Queda mucho y no me cabe la menor duda que va a competir a muerte la Liga y la Euroleague.
