Y Laprovittola nos defraudó definitivamente a todos

Los que pudimos ver ayer la victoria holgada que el Valencia Basket hizo con el Real Madrid, más allá del marcador en sí, sino de las sensaciones entre uno y otro, pudimos comprobar algo que ya llevábamos barruntando hace tiempo, Nicolás Laprovittola no es jugador para el Real Madrid y ya no deben haber más oportunidades.

Ni mucho menos vamos a decir que el responsable de la derrota que ayer sufrió el Real Madrid en la Fonteta fuera culpa del argentino Laprovittola, toda vez que lo de ayer fue un cúmulo total de despropósitos de varios componentes de la plantilla, entre ellos, una defensa mínima y que permitía a los jugadores taronja penetrar en el interior de la zona cual queso gruyere,  sin embargo, más allá del malísimo partido que disputaron un gran porcentaje de jugadores blancos, sí vimos diversas señales que nos dejaban entrever que Laprovittola había tocado fondo en el club que le paga generosamente.

Cuando Laprovittola vino al Real Madrid, con un sueldo más que importante, acorde a su recién nombrado MVP de ACB con el Joventut, había mucha opinión divergente en la afición madridista, unos alababan el fichaje y otros ponían muchas dudas sobre el argentino, fundadas principalmente porque, en su largo bagaje de equipos,  en aquellos donde la colectividad se impone al liderazgo único, su trayectoria no había sido boyante, por no cansarles citaremos al Baskonia y Spurs en contraposición a lo logrado en Estudiantes y Joventut.

Sus primeros partidos empezaron a generar dudas y surgieron los manidos «está en fase de acoplamiento», «es que dirigir al Madrid lleva su tiempo» y donde se empezó a ver que la sombra de Campazzo era tan alargada que le era imposible siquiera competir con él por un puesto.

Llegó el verano y empezaron los rumores de la marcha de Facu, el Panathinaikos quiso llevárselo y Laso dijo que no, habló con Lapro y ambos llegaron a un punto de conexión para que se acoplara a lo que le pide el técnico vitoriano, hasta entonces, todo parecía más o menos igual hasta que, finalmente, Campazzo se fue a los Nuggets y Lapro se quedó al mando, ahí tuvo sus escasos buenos momentos, algún partido de buen nivel, sobre todo a nivel estadístico, pero ni mucho menos cogió el mando que se esperaba, tuvo que surgir la figura de Sergio Llull para cambiar su rol de escolta a base para que el Madrid no se perdiera en la nada, buenos minutos en ACB, pasos casi fugaces en Euroliga, seguíamos sin ver al Nico que le llevó a vestir la camiseta blanca.

Lo vivido ayer en la Fonteta, tras su paso por la Copa del Rey, prácticamente inédito, fue difícil de contar, la lesión de Llull le volvió a poner en primer plano y su actuación rozó lo inaudito para un jugador profesional, el propio Piti Hurtado en sus retransmisiones televisivas, dejó algunas perlas como estas: «El equipo corre más con Deck subiendo la bola que con Laprovittola», «Es un jugador que necesita ser querido como le pasaba en Badalona» y unas cuantas más que dejaba a las claras que la sensación que transmitía era de una falta de intensidad total y que tuvo su summum con una bola perdida de forma infantil tras un reverso y que el propio Fabien Causeur le recriminó de por qué había realizado esa acción en vez de pasarla.

Digámoslo ya claramente, Laprovittola no es jugador para el Real Madrid, ha tenido decenas de oportunidades y no las ha aprovechado, lo peor es que el problema no tiene visos de solución esta temporada, Alocén está verde (y bastante hace), la enésima lesión muscular de Llull hace prever un tiempo de baja indeterminado, Abalde bastante hace dividiéndose en la cancha y, finalmente, los jóvenes de la cantera, como son Spagnolo y Núñez, no pueden ni deben cargar en sus hombros las intensas jornadas que vienen.

Negro futuro para el puesto de base en el Real Madrid y en el que Laso tendrá que hacer encaje de bolillos para lograr que Lapro, en estos últimos meses que le quedan aquí, sea capaz de, al menos, no restar para el conjunto.

Javier Rodríguez